
Las lluvias de ideas se llaman así porque se asemejan al fenómeno natural. Las gotas caen del cielo por naturaleza y sin esfuerzo. Lo ideal para el máximo aprovechamiento del agua pluvial es la máxima captación de esta, para luego filtrarla y utilizarla. De esta misma forma nuestro cerebro genera ideas y pensamientos todo el día, de los cuales la mayoría podemos utilizar para crear.
Entonces ¿que tenemos que hacer para aprovechar todas las ideas que nos llegan? Poner nuestro sistema de captación pluvial. Apuntemos (ya sea en el teléfono, en una libretita, en una servilleta) todo lo que se nos venga a la mente. Después, en casa y con calma podremos filtrar esas ideas y decidir lo que sirve y lo que no.
Además, cuantas menos cosas tengas en la mente, más puedes pensar y crear. Es como un señor recolector de manzanas: puede acumular varias frutas en los brazos pero en algún momento se le llenarán y no podrá recoger más sin que se le caigan las que ya tiene, es decir, tiene un número limitado de manzanas que puede recolectar. Sin embargo, si llevara una canasta, podría recoger todos los frutos que quiera sin que se le caiga ninguno. De igual manera nuestro cerebro, por muy multitask y ejercitado que esté, sólo puede pensar en un cierto número de cosas a la vez.
Por eso, lleva una libreta a todos lados. Será tu canasta recolectora. Recuerda que sin captar todas las ideas, no hay forma de filtrarlas después.
